miércoles, 30 de abril de 2014

Me encantaría...




Parece que el duelo tiene trabajo permanente. Sólo se toma vacaciones.

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Trepo por tu recuerdo como una enredadera.



lunes, 7 de abril de 2014

Manifiestos del surrealismo (Fragmentos).- André Breton



"Todos saben, en efecto, que los locos sólo deben su internación a una pequeña cantidad de actos reprimidos por las leyes y que, a no mediar tales actos, su libertad (por lo menos lo visible de su libertad) no estaría en juego. Me inclino a creer que tales seres son víctimas en alguna forma de su imaginación que los impulsa a la inobservancia de ciertas reglas, al rebasar las cuales el género humano se siente amenazado, hecho que todos hemos pagado con nuestra experiencia. Pero la profunda despreocupación que demuestran hacia las críticas que se les dirigen, y aun hacia los diversos correctivos que se les infligen, permite suponer que ellos obtienen tan elevado confortamiento de su imaginación y gozan tanto con su delirio que no pueden admitir que sólo sea válido para ellos."

"No ha de ser el miedo a la locura el que nos obligue a poner a media asta la bandera de la imaginación."

"SURREALISMO: s.m. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar tanto verbalmente como por escrito o de cualquier otro modo el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, con exclusión de todo control ejercido por la razón y al margen de cualquier preocupación estética o moral."

"La suma de los momentos de sueño, medidos como tiempo, y no tomando en cuenta sino el sueño puro, en el dormir, no es inferior a la suma de los momentos de realidad, digamos mejor: de los momentos de vigilia. La extrema diferencia de importancia, de seriedad, que existe para el observador común entre los acontecimientos de la vigilia y los del sueño, me ha sorprendido siempre. Se debe a que el hombre, cuando cesa de dormir, se convierte ante todo en juguete de su memoria. En estado normal, ésta se complace en exponerle muy vagamente las circunstancias del sueño, en privar a este último de toda consecuencia actual, haciendo partir la causa determinante del punto en que se cree haberla dejado algunas horas antes: esta esperanza sólida, aquella preocupación. El hombre se forja así la ilusión de continuar con algo que tiene valor. Queda el sueño limitado a un paréntesis, como la noche. Y no es mejor consejero que ésta."

"¿Cuándo habrá lógicos y filósofos durmientes? Quisiera dormir, para poder entregarme a los que duermen, del mismo modo que me entrego a los que me leen, con los ojos bien abiertos; para acabar con el predominio del ritmo consciente de mi pensamiento en este asunto. Tal vez mi sueño de la última noche sea continuación del de la noche anterior, y a su vez sea seguido por el de la próxima noche, con un rigor digno de encomio."

" Yo creo firmemente en la fusión futura de esos dos estados, aparentemente tan contradictorios: el sueño y
la realidad, en una especie de realidad absoluta, de superrealidad. A su conquista me encamino, seguro de no lograrla, pero con la suficiente indiferencia hacia mi muerte como para calcular un poco el placer de tal posesión."

"La poesía, que lleva en sí misma la compensación perfecta de las miserias que soportamos (...) ¡Llegará el
tiempo en que ella decrete el fin del dinero y parta sola el pan del cielo para la tierra!"

"Swift es surrealista en la malignidad.
Sade es surrealista en el sadismo.
Chateaubriand es surrealista en el exotismo.
Constant es surrealista en política.
Hugo es surrealista cuando no es estúpido.
Desbordes-Valmore es surrealista en el amor.
Bertrand es surrealista en el pasado.
Rabbe es surrealista en la muerte.
Poe es surrealista en la aventura.
Baudelaire es surrealista en la moral.
Rimbaud es surrealista en la práctica de la vida y en cualquier parte.
Mallarmé es surrealista en la confidencia.
Jarry es surrealista en el ajenjo.
Nouveau es surrealista en el beso.
Saint-Pol-Roux es surrealista en el símbolo.
Fargue es surrealista en la atmósfera.
Vaché es surrealista en mí.
Reverdy es surrealista en su casa.
Saint-John Perse es surrealista a la distancia.
Roussel es surrealista en la anécdota.
Etcétera."


(Del Primer manifiesto del surrealismo)



"Y el diablo proteja, una vez más, la idea surrealista, así como cualquier otra idea que tienda a tomar una forma concreta, para que pueda someter a ella todo lo que sea posible imaginar de mejor en el orden de los hechos, del mismo modo que la idea de amor tiende a crear un ser, que la idea de revolución tiende a precipitar el día de la revolución, hechos sin los cuales esas ideas carecerían de sentido — recordemos que la idea de surrealismo tiende simplemente a la recuperación total de nuestra energía psíquica por medio del descenso vertiginoso en nosotros mismos, la iluminación sistemática de los lugares ocultos y el oscurecimiento progresivo de otros lugares, el paseo perpetuo en el corazón mismo de la zona prohibida, y recordemos que no hay ninguna perspectiva seria de que su actividad cese en tanto que el hombre sea capaz de distinguir un animal de una llamarada o de una piedra —, el diablo proteja, repito, la idea surrealista de comenzar a andar sin avatares. Es absolutamente necesario que hagamos como si estuviéramos realmente en el mundo para atrevemos después a formular algunas reservas."

"El problema de la acción social es —me interesa insistir sobre ello — sólo una de las, formas de un problema más general, que el surrealismo se ha hecho un deber agitar, y que es el de la expresión humana en
todas sus formas. Quien dice expresión, dice ante todo lenguaje. No hay, pues, que asombrarse de que el surrealismo se ubique, de entrada, casi exclusivamente en el plano del lenguaje (...) Se simula no advertir con
claridad que el mecanismo lógico de la frase se muestra por sí solo cada vez más impotente para desencadenar en el hombre la sacudida emocional que da realmente valor a la vida."

"Hay, sin duda, demasiado norte en mí para que llegue a ser jamás el hombre de la adhesión incondicional. A mis propios ojos ese norte implica la coexistencia de fortalezas naturales de granito y zonas brumosas. Aunque estoy dispuesto a exigirlo todo de un ser que estimo bello, no puedo extender el mismo crédito a esas construcciones abstractas que se denominan sistemas. Frente a ellas mi fervor declina y se hace evidente que el incentivo del amor deja de funcionar. Sí, un sistema puede cautivarme, pero jamás hasta el extremo de no querer ver el punto vulnerable de lo que un hombre como yo se da a sí mismo como verdad."

"Creo que no sería mala idea comenzar por convencer al hombre de que no es, como presume, el rey de la creación."

(Del Segundo manifiesto surrealista)



Aquí están los manifiestos completos.



















("Butterfly apple", Vladimir Kush)

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domingo, 6 de abril de 2014

¿QUE ESCALA DE JACOB?



A mi padre, 23 de diciembre de 2002


La noche en que pisaron la luna por primera vez,
la imagen todavía en blanco y negro,
la escafandra blanca, el reflejo del sol en los lentes opacos,
la escalera que bajó, el polvo ingrávido que levantó la bota,
tan blanco y mágico,
en esa magia de las dos de la mañana, hora local, de aquí,
estabas conmigo.

Tomamos sopa a las cuatro de la mañana,
aún veo aquella sala, la mesa allá en el fondo,
el sofá grande, yo de once años sintiéndome adulta,
porque así me hablabas y tratabas.
Pisaron la luna: humana condición
por primera vez.

El día en que el examen de ciencias se hacía más largo,
yo sin saber el grado de las ecuaciones, que incógnitas había
que resolver, era Verano y el sol del lado izquierdo,
a la izquierda de la imagen dividida en tres frente a mi,
porfiando mi ignorancia,
en esa angustia menor de las tres de la tarde,
yo te sabía sentado detrás de mi, en el pupitre de atrás,
esperando, atacado de nervios y ternura.

Aprobé y aún veo tu sonrisa,
el polvo sin gravedad en la mirada, y yo de quince años
sintiéndome adulta, porque así lo aparentaba.
Una galaxia suelta por el cuerpo y el calor del sol
tan transparente.

El día en que mi cuerpo sufrió un dolor nuevo,
casi rasgado por la mitad, la luz del sol entrando
por la ventana antigua, los techos altos, blancos,
batas como escafandras,
en ese día tan largo en el que el sol caminó hasta el fin,
para al fin nacer, estuviste siempre ahí.

Todavía te veo apoyado en el umbral de esa puerta alta,
la voz de las escafandras tratando de sosegarte,
y tú sollozando bajito,
dividido entre el amor y la alegría.

La noche en que la luna te dejó,
en que dejaste de sentir su luz, el más trémulo toque,
todo lo que así nos hace: frágil, inmensa, humana condición,
en la noche de las escafandras y los fantasmas cenicientos,
yo no estaba contigo.

¿A que sabía la sopa que tomamos?
¿Qué escala de Jacob?


(Ana Luisa Amaral)






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