Arrastro por gusto las heridas
hachada cabeza
piedra del desierto
interior de humo
Y tú, Frida
te adornas con ellas
bella espalda sangrante
rostro
anatomía entuerta
La diosa se hizo muerte
y me encontró de discípula
en un sueño donde otra amada
mujer
me degollaba
donde el único Sol se iba
con ojos de pescado
y no volvía nunca
nunca volvía
nunca volvía
por el túnel me hago muchas veces
bruja o cenizas
rito o árbol de invierno
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