jueves, 16 de diciembre de 2010


Es horrible el horror
pero qué cierto.
Benedetti


Esta violencia es cierta

el absurdo con cuerpo
hierático con dientes
de pájaro que ríe


El horror existe:
lo mataron
a golpes desprendieron
su corazón

El horror se riega
fragmenta
la conciencia vuela en alas
más sublimes
cada vez menos muerte
cada vez menos la muerte
esa apariencia de sueño de la vida


.-.-.
.

Yo buscaba una herida
entre hendijas del tiempo

quería cantos de mujeres lacustres

saber del tránsito de las tinieblas

estrujar hasta el grito
la mandrágora muda
la carne dolorosa que duerme bajo mi cama

caminar sobre cáscaras mi encierro
ahí tras las cortinas
recibir la intemperie
como filo de cuchillo

.-.-.

lunes, 30 de agosto de 2010

.

Mi profesor del taller de poesía me dijo el semestre pasado que una buena idea para presentar mis poemas era prescindir de las mayúsculas tanto en los textos como en los títulos, ya que una de las cosas que más transmitían era cierta inocencia, como algo naif -en el buen sentido-, puro, hasta un poco infantil. Resulta que le hice caso, no sólo en cuanto a los poemas: también comencé a titular las fotos de mi galería en flickr usando sólo minúsculas...
Resulta -otra vez, y valga la redundancia- que sufro de cierta ansiedad, sobre todo últimamente, y ahora me da nervios y hasta cierta sensación vagamente desagradable ver los títulos en minúsculas. Por los momentos sólo me ha pasado con las fotos, aunque también, por alguna razón, comencé a usar mayúsculas en los poemas. Espero que no se convierta en manía.

¿Qué tan extraño es eso?

.-.-.

sábado, 28 de agosto de 2010

Serán polvo

.
Deberé aprender a ser la oveja negra
salir al corazón del mundo
                             con la cicatriz ombligo
                             con el vacío en el estómago

aguantar lo que no existe
digerir piedra tras otra, hacerme
un interior de boa

¡SERÁN POLVO, PIEDRAS!

tan mínimas que entonces temblarán de miedo
con el viento adentro sibilante
y enormes ojos de muerto

Yo, señalada y negra
y el día lleno de naranjas
.

jueves, 1 de julio de 2010

Caja de música (J.L. Borges)


Música del Japón. Avaramente
De la clepsidra se desprenden gotas
De lenta miel o de invisible oro
Que en el tiempo repiten una trama
Eterna y frágil, misteriosa y clara.
Temo que cada una sea la última.
Son un ayer que vuelve. ¿De qué templo,
De qué leve jardín en la montaña,
De qué vigilias ante un mar que ignoro,
De qué pudor de la melancolía,
De qué perdida y rescatada tarde,
Llegan a mí, su porvenir remoto?
No lo sabré. No importa. En esa música
Yo soy. Yo quiero ser. Yo me desangro.

 
      
                                                       Foto: Cristina Gálvez

-.-.-

sábado, 12 de junio de 2010

Río


Hoy sé que no hay nada imposible

anoche supe la verdad

creía mi alma inservible

pero era cansancio vulgar, nada más.

Tú eres un don de la brisa

un ser de la resurrección

un pájaro con una risa

capaz de arrastrar a la noche hasta el sol.

Río, río, río

río de verdad

como un animal que ha sido puesto en libertad.

Río

me dejo ir en mano alegre voy previendo

porque mañana a lo mejor hay un entierro

y una mordida de pantera en lo más mío.

Río

y no es un desafío

a la vida del sueño

es que vivo camino al cementerio.



viernes, 4 de junio de 2010

Adaptation.- Memorable quotes

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Charlie Kaufman: You are what you love, not what loves you. That's what I decided a long time ago.


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Susan Orlean: I suppose I do have one unembarrassed passion. I want to know what it feels like to care about something passionately.
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Susan Orlean: It's over. Everything's over. I did everything wrong. I want my life back. I want it back before everything got fucked up. I want to be a baby again. I want to be new. I WANT TO BE NEW.

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Susan Orlean: Can I ask you a personal question?
John Laroche: Look, we're not lost.

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John Laroche: Look, I'll tell you a story, all right? I once feel deeply, you know, profoundly in love with tropical fish. Had 60 goddamn fish tanks in my house. I skin dived to find just the right ones. Anisotremus virginicus, Holdacanthus ciliaris, Chaetodon capistratus. You name it. Then one day I say, "fuck fish". I renounce fish. I vow never to set foot in that ocean again. That's how much "fuck fish".
Susan Orlean: But why?
John Laroche: Done with fish.

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John Laroche: You know why I like plants?
Susan Orlean: Nuh uh.
John Laroche: Because they're so mutable. Adaptation is a profound process. Means you figure out how to thrive in the world.
Susan Orlean: [pause] Yeah but it's easier for plants. I mean they have no memory. They just move on to whatever's next. With a person though, adapting almost shameful. It's like running away.

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Susan Orlean: What I came to understand is that change is not a choice. Not for a species of plant, and not for me. It happens and you are different. Maybe the only distinction between the plant and me... is that afterward, I lied about my change. I lied in my book. I pretended with my husband that everything was the same...

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miércoles, 2 de junio de 2010

Closer.- Memorable quotes. CRUDAS

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Dan: I fell in love with her, Alice.
Alice: Oh, as if you had no choice? There's a moment, there's always a moment, "I can do this, I can give into this, or I can resist it", and I don't know when your moment was, but I bet you there was one.

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Alice: No one will ever love you as much as I do. Why isn't love enough?

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Larry: A good fight is never clean.

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Dan: And you left him, just like that?
Alice: It's the only way to leave. "I don't love you anymore. Goodbye."
Dan: Supposing you do still love them?
Alice: You don't leave.
Dan: You've never left someone you still love?
Alice: Nope.

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Larry: [on a photography exhibit] What do you think?
Alice: It's a lie. It's a bunch of sad strangers photographed beautifully, and... all the glittering assholes who appreciate art say it's beautiful 'cause that's what they wanna see. But the people in the photos are sad, and alone... But the pictures make the world seem beautiful, so... the exhibition is reassuring which makes it a lie, and everyone loves a big fat lie.
Larry: I'm the big fat liar's boyfriend.
Alice: Bastard!

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Dan: You think love is simple. You think the heart is like a diagram.
Larry: Have you ever seen a human heart? It looks like a fist, wrapped in blood! Go fuck yourself! You writer! You liar!

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Alice: Where is this love? I can't see it, I can't touch it. I can't feel it. I can hear it. I can hear some words, but I can't do anything with your easy words.

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Dan: Deception is brutal, I'm not pretending otherwise.
Alice: How? How does it work? How do you do this to someone?
[Dan is silent]
Alice: Not good enough!

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Dan: You've ruined my life.
Anna: You'll get over it.

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Alice: Is it because she's successful?
Dan: No. It's because... she doesn't need me.

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Dan: What's so great about the truth? Try lying for a change, it's the currency of the world.

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Dan: I'll always love you. I hate hurting you.
Alice: Then why are you?

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Alice: Can I still see you?
[Dan stands silent]
Alice: Dan can I still see you? Answer me.
Dan: I can't see you. If I see you I'll never leave you.
Alice: What will you do if I find someone else?
Dan: Be jealous.

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martes, 1 de junio de 2010

Esto es de Bertolt Brecht, me lo mandó mi papá: las negritas son de él, como dándome a entender que debería ser menos "reflexiva".

“¡Loada sea la duda! Os aconsejo que saludéis
serenamente y con respeto
a aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa.
Quisiera que fueseis avisados y no dierais
vuestra palabra demasiado confiadamente.
Leed la historia. Ved
a ejércitos invencibles en fuga enloquecida.
Por todas partes
se derrumban fortalezas indestructibles,
y de aquella Armada innumerable al zarpar
podían contarse
las naves que volvieron.
Así fue como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible
y un barco logró llegar
al confín del mar infinito.
¡Oh hermoso gesto de sacudir la cabeza
ante la indiscutible verdad!
¡Oh valeroso médico que cura
al enfermo ya desahuciado!
Pero la más hermosa de todas las dudas
es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza
y dejan de creer
en la fuerza de sus opresores.
¡Cuánto esfuerzo hasta alcanzar el principio!
¡Cuántas víctimas costó!
¡Qué difícil fue ver
que aquello era así y no de otra forma!
Suspirando de alivio, un hombre lo escribió un día en el libro del saber.
Quizá siga escrito en él mucho tiempo y generación tras generación
de él se alimenten juzgándolo eterna verdad.
Quizá los sabios desprecien a quien no lo conozca.
Pero puede ocurrir que surja una sospecha, que nuevas experiencias
hagan conmoverse al principio. Que la duda se despierte.
Y que, otro día, un hombre, gravemente,
tache el principio del libro del saber.
Instruido
por pacientes maestros, el pobre oye
que es este el mejor de los mundos, y que la gotera
del techo de su cuarto fue prevista por Dios en persona.
Verdaderamente, le es difícil
dudar de este mundo.
Bañado en sudor, se curva el hombre construyendo la casa en que no ha de vivir.
Pero también suda a mares el hombre que construye su propia casa.
Son los irreflexivos los que nunca dudan.
Su digestión es espléndida, su juicio infalible.
No creen en los hechos, sólo creen en sí mismos.
Si llega el caso, son los hechos los que tienen que creer en ellos.
Tienen ilimitada paciencia consigo mismos. Los argumentos
los escuchan con oídos de espía.
Frente a los irreflexivos, que nunca dudan,
están los reflexivos, que nunca actúan.
No dudan para llegar a la decisión, sino
para eludir la decisión. Las cabezas
sólo las utilizan para sacudirlas. Con aire grave
advierten contra el agua a los pasajeros de naves hundiéndose.
Bajo el hacha del asesino,
se preguntan si acaso el asesino no es un hombre también.
Tras observar, refunfuñando,
que el asunto no está del todo claro, se van a la cama.
Su actividad consiste en vacilar.
Su frase favorita es: “No está listo para sentencia”.
Por eso, si alabáis la duda,
no alabéis, naturalmente,
la duda que es desesperación.
¿De qué sirve poder dudar
a quien no puede decidirse?
Puede actuar equivocadamente
quien se contente con razones demasiado escasas,
pero quedará inactivo ante el peligro
quien necesite demasiadas.”

domingo, 23 de mayo de 2010

Exilio (Alejandra Pizarnik)


A Raúl Gustavo Aguirre


Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

martes, 18 de mayo de 2010

domingo, 16 de mayo de 2010

Terrible


"Devil and the deep blue sea behind me
vanish in the air you'll never find me
i will turn your face to alabaster
when you will find your servant is your master"

martes, 11 de mayo de 2010

domingo, 9 de mayo de 2010

Violeta hermosa

Violeta hermosa

Violetas para Violeta (Sabina)

La página de sucesos
del Mercurio y La Estafeta,
entre dietas para obesos,
presos y falsos profetas,
confirmaba que sin besos
se marchitan las violetas.
Sí.

Maldigo del alto cielo
que nos expropió su canto,
sus décimas, su pañuelo,
su quinchamalí, su llanto,
viola de chicha y pomelo,
cacerolas del espanto.
Sí.

Habráse visto insolencia,
cinismo y alevosía,
contaminan la decencia,
secuestran la fantasía,
cuando clama la inocencia
llaman a la policía.
Sí.

Lo dijo Violeta Parra,
hermana de Nicanor,
por suerte tengo guitarra
y sin presumir de voz,
si me invitan a una farra
cuenten con mi corazón.
Sí.

Volaron desde Chicago
unos gringos con corbata
y en una suite de Santiago,
sin pisar Chuquicamata,
defecaron en mi pago,
sobraban las serenatas.
Sí.

Más sola que una maleta
olvidada en la Gran Vía,
desde que se fue Violeta
enlutando la poesía,
se ensañan con los poetas
las faltas de ortografía.
Sí.

La cuequita de mi Chile,
los listos de Guasingtón,
la marchitan con fusiles
que acribillan la razón,
malaya sean los desfiles
y el cristo que los parió.
Sí.

Los pobres no somos ricos
ni el cobre es más que la greda,
la libertad cierra el pico
desde que hay toque de queda,
pregúntale a los milicos
qué hicieron en La Moneda.
Sí.





 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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lunes, 3 de mayo de 2010

Sobre el cuerpo

Anatomía es destino

S. Freud


   Lo somático, lo corpóreo, no se opone a lo psíquico. El cuerpo es la fuente de nuestra alma, en él nos encontramos y nos reconocemos: cada palpitación, movimiento, marea del cuerpo, nos dice quiénes somos, y a partir de allí conocemos el mundo y a los demás. El cuerpo es la fuente del más profundo y misterioso sentido religioso, el origen de nuestras percepciones.

   Stanley Keleman, director del Centro de Estudios Energéticos de Berkeley, comienza su libro, Anatomía Emocional, de la siguiente manera: “La vida hace formas. Estas formas son parte de un proceso organizativo que da cuerpo a emociones, pensamientos y experiencias en una estructura. Esta estructura, a su vez, ordena los eventos de la existencia (…) La forma es impresa por los retos y tensiones de la existencia. La forma humana está marcada por el amor y la decepción”, así como respondemos al amor y desamor desde la misma experiencia que ha signado nuestro cuerpo.

   Keleman propone la existencia de “arquetipos emocionales-somáticos”, los cuales, sin representar una caracterización total e irrevocable de cada individuo y su anatomía, influyen en nuestra conciencia y crean patrones de funcionamiento del cuerpo que condicionan nuestro desenvolvimiento en el mundo. Todo tiene una estructura y organización en patrones: desde las galaxias hasta las células, y todo está interconectado, desde lo micro a lo macro, así como nuestro cuerpo es un todo y no la suma de sus partes: “cada uno de nosotros es una cadena de eventos vivos, una red organizada, un microambiente creando un macroorganismo” (Keleman). Canales, tubos, capas, sacos, órganos, movimiento de los distintos sistemas del cuerpo, surgieron de una sola célula, así como todo el universo surge de una pequeña porción de materia.

   Estamos hechos principalmente de agua, “para entender la forma humana, es esencial comprender las propiedades del agua”, dice Keleman. El agua, según la forma que tome, revela las distintas etapas de la vida, incluida la muerte: al ser embriones nuestro tejido se encuentra mucho más cercano al estado líquido; en la adultez, éste se densifica volviéndose más sólido, y cuando morimos volvemos al estado líquido para terminar siendo gases, propios de la putrefacción. El agua es lo informe que da lugar a todo, es el génesis y la muerte, como encontramos en La Biblia y la mayoría de los textos cosmogónicos. El agua es furia, tranquilidad, fluidez, estatismo, caídas, recorrido: en ella encontramos la totalidad de la vida psíquica.

   Las hormonas son también agua electrificada, unida a otras sustancias, siendo el origen de todo comportamiento animal, de cada reacción, emoción, sentimiento, reflejo. El agua disuelve, sintetiza y cataliza, rige cada proceso de nuestro cuerpo, y nuestro cuerpo es el origen de nuestra identidad. Los primeros tipos psicológicos (y somáticos), respondían a cuatro humores, a cuatro líquidos: flema, sangre, bilis negra y bilis amarilla; según el predominio de cada uno de estos en su ser, el individuo era catalogado como flemático, sanguíneo, melancólico o colérico, respectivamente. La medicina, durante siglos, se rigió por este principio.

   Existe un pensamiento del organismo y una memoria ancestral del cuerpo. Nuestros antepasados se manifiestan en nuestra fisonomía, o se esconden en nuestro código genético. En el cerebro existen capas que revelan distintas etapas de nuestra evolución: compartimos una, la más inferior, con el resto de las especies: esta capa proviene de nuestros primeros pasos fuera del agua, es un cerebro anfibio, de sangre fría, donde residen nuestras necesidades más básicas; luego encontramos al mamífero de sangre cálida, con emociones e instintos filiales; en las capas externas o córtex están grabados los aspectos culturales, la manifestación de símbolos, el uso de herramientas. El cerebro, así como el corazón, tiene un ritmo, un patrón de expansión y contracción: se inhibe ante el miedo, el terror y el shock, se vuelve hiperactivo ante la rabia, se encoje ante la tristeza, se endurece ante el desafío, suaviza y armoniza su movimiento ante el amor y la excitación sexual. Y así como reacciona el cerebro lo hacen los músculos, el bombear de la sangre, la respiración.

   Desde que estamos en el vientre, nuestro cuerpo crea defensas o barreras ante lo que resulta amenazante: aún cuando el tejido del feto sea suave, cercano al estado líquido, reacciona ante la falta de soporte (por ejemplo, si la madre tiene cierta edad o sufre de problemas en los huesos) haciéndose más denso. Igualmente, los bebés que no son sostenidos en brazos lo suficiente, reaccionan con rigidez, convirtiéndose esto en un patrón que lo acompaña hasta la edad adulta y define la imagen que el individuo tiene de sí mismo, así como su manera de relacionarse. Al caminar erectos, exponemos nuestras zonas vulnerables, nos enfrentamos al mundo.

   Los traumas, su duración e intensidad, alteran esta postura y la forma que asumimos. Keleman propone cuatro tipologías básicas somáticas, que no implican patologías, sino manifestaciones de cada historia emocional. A continuación describimos brevemente las causas de tales formas somáticas:

   Individuo rígido: familias que inhiben el sentimiento, hacen al niño demandante y agresivo. Falta de ternura.

   Individuos densos: traición, humillación, duda, falta de independencia.

   Individuos hinchados: manipulación, falta de espacio personal.

   Individuos colapsados: abandono, indiferencia.

   Estos tipos pueden encontrarse combinados en un mismo individuo, correspondiendo uno al exterior y otro al interior, variando en músculos u órganos, o en las partes superior e inferior del cuerpo. Estas tipologías pueden corresponder a una reacción pasajera frente a un trauma específico (los músculos se vuelven rígidos ante el miedo, densos ante el desafío, hinchados por falso orgullo o colapsados ante la falta de apoyo); o convertirse en un patrón permanente de nuestro organismo.

   “La anatomía emocional contiene misterios ancestrales, presenta retos y placeres, así como una pista del futuro”, indica Keleman. Esto nos hace preguntarnos si en alguna medida es posible que nuestras experiencias emocionales, al ser capaces de influir en nuestro organismo, condicionen la forma somática de nuestros hijos, si la arquitectura somática de las emociones puede alterar la genética. Siendo así, nuestra experiencia emocional influiría en las vidas futuras.

   En la tragedia, el destino está signado por culpas pasadas, incluso ancestrales, que el individuo debe expiar en nombre de sus antepasados; al igual que es destino la anatomía, la tragedia es un destino irrevocable para quien se encuentra con ella: pero, ¿hasta dónde es esa verdad espiritual una verdad biológica? Si heredamos lo orgánico, heredamos asimismo lo emocional: cierto patrón psíquico que signa nuestro recorrido en el mundo.

   Nuestro cuerpo guarda un misterio inconmensurable, somos portadores de lo desconocido, o mejor dicho, somos lo desconocido, lo extraño que sin embargo revela quiénes somos:

Formas
nada revueltas escapan infalibles de aires
recogen
el polvo que toca a todos
sin permitirse
otro lenguaje
            Y más acá de transcurrir
            vuelan estos espacios
            recorren posibilidades
            trastocan sobrevivencias
            segmentos de cuerpos
                                  esparcidos
                                  desde antes
            Formas
conciencia de formas
ahora siempre adoloridas
continuamente incontinuas
atadas a la divagación
           verificadas
           en el misterio

(Formas en el sueño figuran infinitos, Hanni Ossott)

Cristina Gálvez Martos
 
 
.-.-.
 
 

sábado, 1 de mayo de 2010

Poemas de Homero Aridjis

A Betty



Y Dios creó las grandes ballenas

allá en Laguna San Ignacio,

y cada criatura que se mueve

en los muslos sombreados del agua.

Y creó al delfín y al lobo marino,

a la garza azul y a la tortuga verde,

al pelícano blanco, al águila real

y al cormorán de doble cresta.

Y Dios dijo a las ballenas:

"Fructificad y multiplicaos

en actos de amor que sean

visibles desde la superficie

sólo por una burbuja,

por una aleta ladeada,

asida la hembra debajo

por el largo pene prensil;

que no hay mayor esplendor del gris

que cuando la luz lo platea.

Su respiración profunda

es una exhalación".

Y Dios vio que era bueno

que las ballenas se amaran

y jugaran con sus crías

en la laguna mágica.

Y Dios dijo:

"Siete ballenas juntas

hacen una procesión.

Cien hacen un amanecer".

Y las ballenas salieron

a atisbar a Dios entre

las estrías danzantes de las aguas.

Y Dios fue visto por el ojo de una ballena.

Y las ballenas llenaron

los mares de la tierra.

Y fue la tarde y la mañana

del quinto día.


.-.-.


Asombro del tiempo


(Estela para la muerte de mi madre Josefina Fuentes de Aridjis)


Ella la dijo: Todo sucede en sábado:
el nacimiento, la muerte,
la boda en el aire de los hijos.
Tu piel, mi piel llegó en sábado.
Somos los dos la aurora, la sombra de ese día.

Ella la dijo: Si tu padre muere,
yo también voy a morir.
Sólo es cosa de sábados.
Cualquier mañana los pájaros
que amé y cuidé van a venir por mí.

Ella estuvo conmigo. En mi comienzo.
Yo estuve con ella cuando murió, cuando nació.
Se cerró el círculo. Y no sé
cuándo nació ella, cuándo morí yo.
El rayo umbilical nos dio la vuelta.

Sobre la ciudad de cemento se alza el día.
Abajo queda el asombro del tiempo.
Has cerrado los ojos, en mí los has abierto.
Tu cara, madre, es toda tu cara, hoy que dejas la vida.
La muerte, que conocía de nombre, la conozco en tu cuerpo.

Dondequiera que voy me encuentro con tu rostro.
Al hablar, al moverme estoy contigo.
El camino de tu vida tiene muchos cuerpos míos.
Juntos, madre, estaremos lejanos.
Nos separó la luna del espejo.

Mis recuerdos se enredan con los tuyos.
Tumbados para siempre, ya nada los tumba.
Nada los hace ni deshace.
Palpando tu calor, ya calo tu frío.
Mi memoria es de piedra.

Hablo a solas y hace mucho silencio.
Te doy la espalda pero te estoy mirando.
Las palabras me llevan de ti a mí y de mí a ti
y no puedo pararlas. Esto es poesía, dicen,
pero es también la muerte.

Yo labro con palabras tu estela.
Escribo mi amor con tinta.
Tú me diste la voz, yo sólo la abro al viento.
Tú duermes y yo sueño. Sueño que estás allí,
detrás de las palabras.

Te veo darme dinero para libros,
pero también comida.
Porque en este mundo, dicen,
son hermosos los versos,
pero también los frutos.

Un hombre camina por la calle.
Una mujer viene. Una niña se va.
Sombras y ruidos que te cercan
sin que tú los oigas, como si sucedieran
en otro mundo, el nuestro.

Te curan de la muerte y no te salvan de ella.
Se ha metido en tu carne y no pueden sacarla,
sin matarte. Pero tú te levantas, muerta,
por encima de ti y me miras desde el pasado mío,
intacta.

Ventana grande que deja entrar a tu cuarto la ciudad de cemento.
Ventana grande del día que permite que el sol se asome a tu cama.
y tú, entre tanto calor, tú sola tienes frío.

Así como se hacen años se hace muerte.
Y cada día nos hacemos fantasmas de nosotros.
Hasta que una tarde, hoy, todo se nos deshace
y viendo los caminos que hemos hecho
somos nuestros desechos.

Sentado junto a ti, veo más lejos tu cuerpo.
Acariciándote el brazo, siento más tu distancia.
Todo el tiempo te miro y no te alcanzo.
Para llegar a ti hay que volar abismos.
Inmóvil te veo partir, aquí me quedo.

El corredor por el que ando atraviesa paredes,
pasa puertas, pasa pisos,
llega al fondo de la tierra,
donde me encuentro, vivo,
en el comienzo de mí mismo en ti.

Número en cada puerta y tu ser pierde los años.
Tu cuerpo en esa cama ya sin calendarios.
Quedarás fija en una edad, así pasen los siglos.
Domingo 7 de septiembre, a las tres de la tarde.
Un día más, unos minutos menos.

En tu muerte has rejuvenecido,
has vuelto a tu rostro más antiguo.
El tiempo ha andado hacia atrás
para encontrarte joven. No es cierto
que te vayas, nunca he hablado tanto contigo.

Uno tras otro van los muertos, bultos blancos,
en el día claro.
Por el camino vienen vestidos de verde.
Pasan delante de mí y me atraviesan. Yo les hablo.
Tú te vuelves.

Pasos apesadumbrados de hombres
que van a la ceremonia de la muerte,
pisando sin pisar las piedras
de las calles de Contepec,
con tu caja al cementerio.

Tú lo dijiste un día:
todo sucede en sábado:
la muerte, el nacimiento.
Sobre tu cuerpo, madre, el tiempo se recuerda.
Mi memoria es de piedra.

sábado, 24 de abril de 2010

:)

Poemas para Cris. Cortázar

.
5.


Ratoncito, pelusa, medialuna,

calidoscopio, barco en la botella,

musgo, campana, diáspora,

palingenesia, helecho,


eso y el dulce de zapallo,

el bandoneón de Troilo y dos o tres

zonas de piel en donde

hace nido el alción,


son las palabras que contienen

tu cruel definición inalcanzable,

son las cosas que guardan las sustancias

de que estás hecha para que alguien

beba y posea y arda convencida

de conocerte entera,

de que sólo eres Cris.


                         (de "Otros cinco poemas para Cris")

.-.

5.


No te voy a cansar con más poemas.

Digamos que te dije

nubes, tijeras, barriletes, lápices,

y acaso alguna vez

te sonreíste.


                         (de "Últimos cinco poemas para Cris")

Poemas de Cristina Peri Rossi

..

Reminiscencia


No podía dejar de amarla porque el olvido no existe

y la memoria es modificación, de manera que sin querer

amaba las distintas formas bajo las cuales ella aparecía

en sucesivas transformaciones y tenía nostalgia de todos los lugares

en los cuales jamás habíamos estado, y la deseaba en los parques

donde nunca la deseé y moría de reminiscencias por las cosas

que ya no conoceríamos y eran tan violentas e inolvidables

como las pocas cosas que habíamos conocido.

.-.


Y el psiquiatra me preguntó...


Y el psiquiatra me preguntó:

-¿A qué asocia el nombre de Alejandra?-

El dulce nombre de Alejandra

el olor de los pinos y cipreses

casas rojas castillos medioevales

una dama en el umbral

muebles púrpuras

la prodigiosa simetría de los parques

una hoja siempre en blanco

delante del ojo que acaricia

la falta de sonido

las lilas de los muros

un dolor enfermizo por casi todo

el muelle gris

las cosas que sólo existen en jardines

para decir cuyos nombres

es necesario empezar por Alejandra

la antigüedad de algunas piedras

respiración entrecortada

la dificultad

para hacer amigos,

en fin, medianoches fatales

en que todo nos falta

especialmente

un amigo

una amiga

inolvidables.

jueves, 15 de abril de 2010

Jabibi


De este viejo podrían salir mil historias, aunque ninguna fuese verdadera. Su figura triste y encorvada camina por la playa llenándola de gris. En su mano ajada un pequeño maletín con un letrero:

“Se leen los caracoles
las cartas
los chabalongos”
El viejo habla idiomas incomprensibles, que tal vez ni siquiera él entiende. El viejo me dijo: Te has llevado muchas desilusiones. Tal vez es por eso que no le creo, o le creo sólo la mitad porque algo al menos quiero creer.

Tiene setenta años, pero no parece. Se vino de Egipto hace cincuenta y te dice Jabibi. Tiene ojos penetrantes y comida entre los dientes.

El viejo vive en un monte y come tarántulas: las mete al fuego y ellas se espichan, y entre el veneno queda la sabrosa carne. Luego con los colmillitos de ellas se saca la comida de sus propios colmillos.

El viejo dice, refiriéndose a mí: Yo me la llevé a ella, me llevé ayer en la mente. Y me parece que es verdad porque de una forma también me lo llevé a él. Y cuando se tira en la arena y parece un muchacho también le creo y le creo la sonrisa.

Y él habla muchas locuras. Dice que tiene un caimán tipo gato, osea que lo llamas y el viene mansito, se lo dieron cuando apenas era una lagartija, y lo llevaba y traía a todos lados, se lo llevaba a la playa, y la lagartijita cuando vio el agua un día salió corriendo y se mojó las patas, pero no le gustó porque era salada. Después cuando creció él le mandó a construir unas rejas en la charca en que lo tiene, pero cuando sube el agua él igual se sale, pero después vuelve.

Anoche –dice el viejo- yo no podía dormirme, y la leoncita y la tigrita me rasguñaban las patas de la cama, y yo bueno y qué les pasa, pero después menos mal que me paré y no me dormí porque la cascabel se había salido de la jaula…Le creo la felicidad que siente al contarlo.

…Yo conseguí todos esos animales porque el dueño del Meliá…Yo era artesano y vendía zarcillos y vainas en el paseo Colón, en los años de oro del paseo Colón, y yo era el único que el dueño dejaba ponerse en la entrada del Meliá, porque yo le prestaba mis animales y las gringas se fotografiaban con las anacondas enrolladas en el cuerpo… Esa Melisa, la anaconda, se te va subiendo por un brazo y luego se te va enrollando por todo el cuerpo, y te hace ssssssssss con la lengüita en la oreja…

Yo lo miro pero hoy le huyo la mirada porque no me da tanta confianza, y eso me mata porque hay algo en mí que quiere creerle, y me provoca algo dulce cuando habla y dice…

Cuando nos quedamos solos yo le dije que no aparentaba su edad. Y él me contó que ésa fue su primera muerte, cuando mató a los malditos que le violaron a su mujer y a su hija, y le mataron a la niña, la única que tuvo en la vida, y pasó 14 años en la cárcel. Y es que se le ve la cárcel, y se le ve la guerra que dejó en su supuesta tierra natal, aunque esa no la vivió tanto como las que le vinieron después…

Esto, me dice, son tres culatazos de escopeta, fueron por venganza… Y se quita la gorra y muestra un hueco que le parte la frente en dos. Y esto, fue que me explotó un pulmón, pero ya agarré de nuevo el vicio... Y me enseña la cicatriz a un lado del pecho.

Luego se fue caminando triste y encorvado, y me miró él a mí de forma desilusionada. Seguramente se dio cuenta, que ya yo no era la misma de ayer, que dejé de creerle y me puse a pensar mucho y razoné que todo aquello era demasiado fantástico.

Se fue más triste, ayer se había ido más contento. Se fue más jorobado, con sus miles de historias en las líneas de sus manos, sus manos con mugre en las uñas, sus guerras en el cuerpo joven a pesar de los golpes.

Y apenas había dado él unos pasos cuando ya la melancolía me apretaba la garganta. Después de todo, yo sí le creo al viejo.

martes, 13 de abril de 2010

Me tocó ponerme a pensar en la razón por la cual tomo fotos. Esto fue lo que pude decir al respecto.



   Soy una persona de ver y de poco hablar. Quizá por eso me gusta exteriorizar lo que “veo” sin necesidad de palabras; aún cuando el sujeto hable, por encima de todo, por sí mismo, de alguna manera también “habla” el ojo que lo mira: por algún motivo fue eso lo que capturó su atención y no otra cosa, por algo escogió una perspectiva determinada, por algo se valió de la técnica para mostrar lo mirado de una manera específica, más allá de lo preestablecido para lograr una “buena composición” y aunque esto suceda en ocasiones de manera más inconsciente que premeditada.

   Creo que tomo fotos de manera algo -o bastante- ingenua. Es mucho lo que queda al azar y al capricho de una máquina manejada con poca experiencia. Eso, sin embargo, me gusta aunque a veces me frustre; me da una sensación de vulnerabilidad que funciona de manera casi siempre positiva. Al estar tratando con algo que tiene una voluntad propia –por un lado el sujeto fotografiado, animado o no, y por el otro, la cámara - la experiencia resulta un tanto impredecible y de esa manera más vital, lo que a veces conduce al puro error y otras, al error oportuno y bien recibido.

   Sin embargo, también disfruto de los –no muchos- resultados fieles a la imagen mental previa: lograr valerse de la cámara, conocerla, trabajar con ella para “construir” con la realidad algo tan real como ficticio, pero en lo que a fin de cuentas la gente cree, tal como dijo la curadora Alison Nordström en una conferencia en nuestra ciudad el pasado mes de febrero (“la gente cree en la fotografía, pero la fotografía es también ficción”, algo así dijo –yo, aunque considerando el mayor o menor grado de ficción, también creo en la fotografía-). La fotografía es realidad, pero también es realidad que se puede manipular, lo cual no me parece desagradable -a menos que se use para fines desagradables-; me encanta incluso todo lo relativo a la edición, las herramientas que podemos utilizar para hacer los colores más brillantes, para resaltar lo que queremos resaltar y relegar lo que no, siempre que el uso no sea abuso, siempre que no resulte una impostura sino un instrumento más, así como lo es la cámara, porque, a fin de cuentas, lo esencial de la fotografía, creo yo, es cierta honestidad de la imagen, cierta develación de lo retratado, y tal cosa no se puede construir sino captar.

   La imagen, el momento visual descontextualizado dice más de sí mismo que encadenado a un transcurso y enredado entre múltiples focos de atención; revela lo que de otra manera podría pasar desapercibido, y asimismo dice algo del fotógrafo, aunque de manera menos evidente.

   Finalmente, para mí el hecho de tomar fotos es una especie de “cable a tierra”, un modo de estar aquí y ahora, de establecer una comunicación e intimidad con lo externo en lugar de aislarme, la cual suele ser mi tendencia natural; produce, incluso cuando no tengo la cámara en las manos, una atención hacia lo que me rodea, hacia los detalles y hacia lo que en general sucede a mi alrededor, encontrándome frente a frente con las pequeñas cosas insólitas y fuera de serie, interesantes, inverosímiles, absurdas, hermosas, sombrías, tristes -y etc.-, del día a día.

lunes, 29 de marzo de 2010


Escucha la llamada de "Mama Tierra", cuna de la creación

Su palabra es nuestra palabra, su "quejío" nuestra voz

Si en lo pequeño está la fuerza, si hacia lo simple anda la destreza

Volver al origen no es retroceder, quizás sea andar hacia el saber

"Historias de almas que vuelan de esta cruda realidad

corre lola corre, corre alto y vuela,
lejos de estas calles donde reparten miseria..."

martes, 23 de marzo de 2010

"Under african skies"

Qué hermosa canción, qué hermosos ellos

sábado, 20 de marzo de 2010

Poemas de Carilda Oliver Labra

.
.
Carilda


Traigo el cabello rubio; de noche se me riza.
Beso la sed del agua, pinto el temblor del loto.
Guardo una cinta inútil y un abanico roto.
Encuentro ángeles sucios saliendo en la ceniza.

Cualquier música sube de pronto a mi garganta.
Soy casi una burguesa con un poco de suerte:
mirando para arriba el sol se me convierte
en una luz redonda y celestial que canta...

Uso la frente recta, color de leche pura,
y una esperanza grande, y un lápiz que me dura;
y tengo un novio triste, lejano como el mar.

En esta casa hay flores, y pájaros, y huevos,
y hasta una enciclopedia y dos vestidos nuevos;
y sin embargo, a veces... ¡qué ganas de llorar!

.-.-.-.-.

Carta II


Llueve contra la tarde y tu retrato.
La mariposa enferma su alegría.
Sobre el tintero se quedó vacía
la pluma con que escribo. Duerme el gato.

Miro para la sal, para el zapato,
para la tarde que se pone fría.
Nada me pertenece. Se diría
que el cielo se ha mudado por un rato.

Como la brisa reza y el mar arde,
las muchachas que están bajo la tarde
se sonreirán en todos los espejos.

Como es domingo, como nadie llora,
yo echaré mis claveles en la hora
sin acordarme de que tú eres. lejos.

.-.-.-.-


Cuento


Yo era débil,
rubia, poetisa, bien casada.
Tenía deudas
y una salud de panetela blanca.
Hicimos una casa pobremente,
muchas ventanas:
para enseñar nuestros besos a las nubes,
para que el sol entrara.

La casa era tan bella
que tú nunca dormías.
Ya no eras abogado ni poliomielítico
ni nada.
Nunca dije:
¿cuándo vas a poner esa demanda?
porque yo tampoco
cocinaba.

Fueron días
como no quedan otros en las ramas.
Yo me empeñaba en sembrar algo en el patio:
tus gatos lo orinaban,
pero era tan feliz que no podía
decir malas palabras.

Ay, una tarde...
( Septiembre tomó parte en la desgracia ),
Ay, una tarde
( Dios estaría sacando crucigramas );
ay, una tarde
pusiste tantas piedras en mi saya
que desde entonces
ando inventándome la cara.
El cuchillo
tenía la forma de tu alma;
yo quería ser otra, hablar de las estrellas...
( sobraron noche y cama ).
Yo me empeñaba en sembrar algo en tu pecho:
tus gatos lo orinaban,
y era tan infeliz que no podía
decir buenas palabras.

Tarde en otoño.
Miré las sábanas amargas,
el jarro de la leche,
las cortinas,
y el crepúsculo me convirtió en su mancha.
( Yo era un clavel podrido de repente,
un canario botado ).
Con empujones que lo gris me daba,
entre temblores,
volví a la falda
de mi madre.

Pasaron tantas cosas
mientras yo me bebía la soledad a cucharadas...

Un viernes
-un viernes en que tu olvido me enterraba-
llegué a la esquina
deja casa.
Estaba allí como una tumba diferente,
se veía otra luz por las ventanas.
Tuve miedo de odiar...
(Ya era hasta mala).

Pasaron tantas cosas;
el tiempo fue cosiendo mi mirada.

Ahora no pueden asustarme con los truenos
porque la luz me alza.
Ahora no pueden confundirme con un libro.
Soy la palabra recobrada.

¡Ríanse,
agujas que en mi carne se desmandan;
ríanse,
arañas que me tejen la mortaja;
ríanse,
que a mí, también, carajo, me da gracia!

domingo, 14 de marzo de 2010




"No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó.

Ya no hay morsas ni tortugas

Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie

juegan cricket bajo la luna

Estamos en la tierra de nadie, pero es mía

Los inocentes son los culpables, dice su señoría,

el Rey de espadas.



No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,

no tendrás poder

ni abogados, ni testigos.

Enciende los candiles que los brujos

piensan en volver

a nublarnos el camino."


("Alicia en el país", Sui Generis)

martes, 9 de febrero de 2010

Frente al mar

A tu vera olvidé cuanto no fui;
de tu marea aprendo el sabio oficio.
(Mar, Luis Feria)
 

Viajas y descubres que tu hogar no era más que un montón de puertas flotando en el aire.

Los bolsillos se habían llenado de viejas mentiras, que sudorabas con la mano mientras sonreías a los incautos.

Todo era falso, cada beso,
cada “sí” y cada “no”, cada movimiento era
un acto suicida un engaño a ti mismo
que no aceptabas ni tu propia muerte.

No siempre se aprende, a veces
la vida es una colección de situaciones absurdas
encadenadas retratadas en las fotos
de aniversario, de cumpleaños, de año nuevo
para decir mírenme
ahí estoy yo
ese soy yo sonriendo mírenme
abrazando a ese otro que también ríe
mira, he sido feliz

porque te has acostumbrado al asombroso parecido entre la verdad y la mentira
a ser ese vacío lleno de cosas
a nunca reconocerte en los espejos
a acomodarte entre la gente como si fueses uno más, creyendo que lo intuyen, pero lo cierto es que la mayor parte de las veces ni cuenta se dan

extraño, espécimen alterado, bicho raro, babosa rodeando el cerco humano, sin lograr entrar

Y ahora que te encuentras frente al mar, ahora que lo miras bien, sabes que es la única cosa real que has visto en tu vida, o lo que es lo mismo, lo único que has visto con ojos reales. Su olor, su sabor, el ruido de las olas estallando en espuma, la espuma viva haciéndose y deshaciéndose. Es enorme como un corazón negro. El tuyo también late. Eres cuerpo. Existes frente a esa masa enardecida de sal y a ella corres.

el mar, el primer vientre
grita, grita, grita,
has llegado

jueves, 4 de febrero de 2010

"Derrota", Rafael Cadenas

Este poema siempre me ha parecido súper patético y hasta cómico... tragicómico, mejor dicho. Lo peor es que me siento sumamente identificada y por supuesto, me río de mí al leerlo. Aquí va.


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Yo que no he tenido nunca un oficio

que ante todo competidor me he sentido débil

que perdí los mejores títulos para la vida

que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)

que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos

que me arrimo a las paredes para no caer del todo

que soy objeto de risa para mí mismo que creí

que mi padre era eterno

que he sido humillado por profesores de literatura

que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada

que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida

que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo

que tengo vergüenza por actos que no he cometido

que poco me ha faltado para echar a correr por la calle

que he perdido un centro que nunca tuve

que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo

que no encontraré nunca quién me soporte

que fui preterido en aras de personas más miserables que yo

que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces más burlado en mi ridícula ambición

que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo («Ud. es muy quedado, avíspese, despierte»)

que nunca podré viajar a la India

que he recibido favores sin dar nada en cambio

que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma

que me dejo llevar por los otros

que no tengo personalidad ni quiero tenerla

que todo el día tapo mi rebelión

que no me he ido a las guerrillas

que no he hecho nada por mi pueblo

que no soy de las FALN y me desespero por todas estas cosas y por otras cuya enumeración sería interminable

que no puedo salir de mi prisión

que he sido dado de baja en todas partes por inútil

que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno

que me niego a reconocer los hechos

que siempre babeo sobre mi historia

que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento

que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo

que no lloro cuando siento deseos de hacerlo

que llego tarde a todo

que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas

que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable

que no soy lo que soy ni lo que no soy

que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas haya sido humilde hasta igualarme a las piedras

que he vivido quince años en el mismo círculo

que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado

que nunca usaré corbata

que no encuentro mi cuerpo

que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer todo y crear de mi indolencia, mi

flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano

me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros y de mí hasta el día del juicio final.

Modo depre

Algunos poemas de Feria

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SANDÍA

A ver, circulen, sigan,
no hagan corro, no metan las narices,
que este asunto es privado.
Afile bien su borde, don cuchillo,
traiga anestesia, gota a gota, fórceps,
agua hervida, suero, alcohol, camilla,
y ahora proceda usted, que está fuera de cuenta.
Ah, que vísceras frescas de la oronda,
qué pulpa tan procaz, qué zumo tan bermejo,
diez mil pepitas brunas, dulzura del verano.
Feliz ha sido el parto: benedicto sea el fruto
que nació entre los hombres y es uno de los nuestros.

                                                  (de Casa Común)


MAR

A tu vera olvidé cuanto no fui;
de tu marea aprendo el sabio oficio.


LAURA

Dama diversa, apuestas a seguro:
la inacabable dimensión del juego.
Sospechas lo fugaz;
que una rosa no basta para los días tristes.


EL POEMA

Si después de leerlo sientes sed
es que el discurso es fértil;
léelo aún, y más: la sed engendra sed.
Qué error el del saciado;
no conoce la sed de la sed que no acaba.


ESPUMA

Espuma, repatríame
al territorio impune de la infancia,
enjalbega mi casa irrepetible,
derrámame en tu sesgo de nieve desgajada,
resurge en mi esqueleto si ha cometido error.


VIENTO

Te pasas por mi vida,
me convocas; acepto:
tampoco yo olvidé el amor.
Si nombrar es infidelidad
desígname con nombre transitorio:
sólo lo efímero
sabe el sentido hondo de las cosas.


                                                  (de Cuchillo casi flor)

martes, 2 de febrero de 2010

Gracias Aute!

.
Que el mundo fue y será una porquería ya lo dijo Enrique Santos

y hoy tengo un día de esos en que sufro toda esa poesía cruel,

aunque que temo que yo mismo soy quien me produzco más espanto

al verme comprendiendo las razones de Caín matando a Abel.

Me fugaría a Transilvania para convertirme en un vampiro

para no ver tras el espejo al bicho infame que dice ser yo...

Pero me abrazas y aún sabiendo que tus brazos son un mal retiro,

me tiro a tus infiernos donde habita el diablo que te re-creó...


Cain leads Abel to death, by James Tissot.