domingo, 14 de agosto de 2011

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

                                               
                                               Julio Cortázar

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cortázar, ay, Cortázar, cómo amo tus palabras... Amo a quien a ame a Cortázar, así nunca lo haya visto.

Cristina Gálvez Martos dijo...

Gracias por tu amor que nos une por medio de Cortázar: "un Cronopio es una flor, dos son un jardín."