jueves, 21 de noviembre de 2013
domingo, 10 de noviembre de 2013
sábado, 2 de noviembre de 2013
Cuando se van los invitados
Otro poema muy muy viejo...
Cuando se van los
invitados
Cuando se van los invitados
queda el tintinear inaudible
de vasos húmedos y vacíos
quedan pasos en los pasillos
huellas digitales, rastros de risas
ecos de última campanada
cuando se van los invitados
queda el abecedario
torcido y arrugado
queda el pecho descubierto, abierto y adolorido
quedan las piernas lacias
queda la boca callada
queda la tarde estirada
queda el abrazo partido
cuando se van los invitados
vuelven los hábitos intrusos
los muebles pesados como pensamientos
roen las malas yerbas de la alegría
quedan sólo las carcazas, queda poblada la casa
de animales desolados
Montevideo
Un poema que escribí hace muchos años...
Montevideo
Quiero estar en tu mercado del domingo
viendo correr calle abajo peces de plata
dijes entreveros de Torres García
o en la rambla que es el borde del mundo
ese mar con corazón de río
late el agua en cada esquina
bajo los cascos de los caballos
con su bichicome a cuestas
también en ti circula el tiempo
no dejes nunca que se vayan los niños ya viejos
los ojos de marios y menganas
que te salvaron, ciudad piedrita,
del endurecimiento
ciudad casi de papel
cómo no te desgarraron los crueles
qué bueno que un día me encontraste
tan pequeña que podía tomarte en una mano
asombrada como quien halla su ombligo
mirando por primera vez las hojas amarillas
las manos arrugadas de la Chicha
pelando el durazno de mañana
las naranjas naranjísimas
los animalitos del zoo
apoteósico descubrimiento el de las caras pintadas
voces que alguien dejó salir de jaulas
garabatos dibujando mariposas en el aire
más incluso cuando calla la comparsa
y comienza el disimulo del blandengue
ciudad charquito
debes tener mil palabras para nombrar la nostalgia
y ninguna para la zozobra
me guardas para cuando vuelva
los pasos que he dado desde siempre
sé que aunque hasta entonces me acompañes
igual dirás buendía.
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