Peces
los peces voraces deben dejar la selva
huir de la violenta amazonía
dejar sus gritos ahogados en ríos de sangre
su tierra de
cantos de avispas
ya se marchan en fila india
mostrando los dientes afilados
las comisuras bajas
los ojos, y el destierro
atravesado como el espinazo
no hay vuelta y lo saben
acaso dejarán sueños devoradores
una capa de resentimiento flotando en las aguas
un tambor que algún día recuerde sus nombres
cuando la maleza ya haya cedido
y la vegetación abra sus ramas como prostituta
cuando la tierra excavada se avergüence
cuando las tarántulas sufran de pánico en las
noches
cuando los infiltrados revelen los secretos
cuando una flauta escupa el ave maría
puede que se esconda entonces, todavía
el murmullo de los peces en el fondo
una última voz de guerra
Memoria de los peces
estos
peces besaban el agua, ignorando sus nostalgias
olvidaban
se
vaciaban una y otra vez
hacia
lo blanco
por
primera vez resonaban las burbujas
por
primera vez los dedos golpeteando la pecera
peces
con rostro de mujer y pose de retrato
morían
gravitando, sin poder recordar
la
boda el cumpleaños o el último sueño
peces
con colas de alta costura
peces
golosina
seniles
y fugaces
no
pudieron llevarse ni un arrepentimiento
ni
una sola primavera
hacia
el último olvido
Descanso de los peces
entre
dormidos y despiertos
reposan
geométricos escalares, dorados de brillantes redondeces
se
hunden hasta el hondo cementerio de las piedras
danzan
una colectiva soledad
sueñan
el cielo, la tierra por caminar
sueñan
el sol imposible y lo desean
cofres
lujosos
orgánicas
preguntas escapan de sus bocas
y
no las alcanzamos
cada
pez es un mundo, un universo leve
de
ojos abiertos incluso cuando duerme
que
apenas nos percibe
de
tan lejos
-.-
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