jueves, 12 de septiembre de 2013

















Como una gota fui de la marea

la playa me hizo grano de la arena.


Fui punto en multitud por donde fui

nadie me detectó y así aprendí.


Cuando creí colmada la tarea

volví mi corazón a Casiopea.


Cumplí celosamente nuestro plan:

por un millón de años esperar.


Hoy llevo el doble dando coordenadas

pero nadie contesta mi llamada.


¿Qué puede haber pasado a mi señal?

¿Será que me he quedado sin hogar?.


Hoy sobrevivo apenas a mi suerte

lejano de mi estrella de mi gente.


El trance me ha mostrado otra lección:

el mundo propio siempre es el mejor.


Me voy debilitando lentamente

Quizás ya no sea yo cuando me encuentren.





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